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Poeta minutero
O un ejemplo de “trasvase semiótico” con medios digitales - (debes usar un escáner de código QR)
Publicado en Poesía, Semiótica 3 min lectura
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POETA MINUTERO

Por Juan Cameron

La imagen del país en la televisión observada por el autor en Athens, small city in GA (Georgia) -seguramente triste, aburrido y nostálgico a lo Óscar Hahn en Iowa City- reúne ambas significaciones del término: la imagen significada a la distancia y la imagen significante alejada de lo real. La televisión es un habla aparte y el televidente un lector otro, es obvio.

Al observarla como un elemento en el propio territorio del lenguaje es necesario determinar si los cerros suben desde el mar o bajan hacia él. O si acaso es el mar lo que se mueve- Cada cosa ocurre en el tiempo y el tiempo parece ser indetenible. El instante (el minutero detenido, el poeta, ese minutero que por su detención mecánica intuye establecerse como una cuña en su transcurso) sabe de la imposibilidad inicial; aquello sólo puede comprobarse a través de una fotografía, justamente la imagen detenida por el milagro de la fotografía o una aplicación en la virtualidad que nos amenaza.

Lenguaje y realidad circulan por caminos diferentes, no necesariamente paralelos, en cualquier caso, pues al encontrarse crearía la realidad, la fake siempre, tal como la Historia humana.

Pero el tiempo -al menos como lo percibimos en la realidad- es un fluido continuo. Nosotros lo dividimos en el lenguaje; desde eras y siglos a décadas hasta horas y milésimas de segundo. De allí el título “poeta minutero”, en el ánimo de registrar lo inabarcable cuya única solución se encuentra en el lenguaje: lingüístico, filosófico, religioso o matemático, al intentar cruzar el tiempo y el espacio en un único punto posible.

Tal punto se establece al fijar el territorio, el eje sintagmático (o del nacimiento a la muerte, el de un punto cardinal a cualquier otro) con su alineación, el eje paradigmático (el del cielo al infierno, el del cuerpo colgando de la cruz). Pero también el del sniper, el francotirador, quien como Dios determina en su mira el instante final y traslada hacia el pasado, detiene en el tiempo- a lo apuntado). Algo así disfrutábamos en las matinés de la infancia con las películas de submarinos.

Aquí, en el texto, el poeta propone el momento ocurrido ya, de la entrevista de Manuel López con o en Valparaíso.

Más que hacer una contribución fotográfica al patrimonio de Valparaíso, a lo Sergio Larraín, quien buscaba la sombra de alguna amada en el Pasaje Bavestrello, aquí el autor intenta descubrir esa aplicación (app) que en una cajita mágica (tal vez la de Pandora o la cámara oscura) rebele y revele un poema por cada instante de su próximo transcurrir en ese Valparaíso ausente.

Se trataría de un poema infinito; que es éste:

¡Escanea el código QR!

Link del QR aqui: https://youtu.be/gc4D3kNNxIE?si=R9fOflEv0Y-lyOc3

Luis Correa-Díaz (Santiago, 1961)
Ver curriculum aquí: https://www.rom.uga.edu/directory/people/luis-correa-diaz-0


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