En los vastos dominios de la cultura, donde convergen las infinitas formas del arte, se erige nuestra revista, un baluarte de la difusión cultural en todas sus manifestaciones. En su formato digital, se abre un portal que alberga textos, imágenes, sonidos, videos y una variedad de contenidos multimedia, tejiendo una red de creatividad que traspasa fronteras y desafía el tiempo.
Bajo la dirección de su editor responsable, y con la colaboración recurrente de mentes creativas, la revista florece como un medio para aquellos que buscan expresar y compartir sus obras. Los autores encuentran aquí no solo un espacio para la difusión, sino también una oportunidad de lucro, al poder vender sus creaciones en la librería digital asociada, donde una comisión justa sostiene la revista y asegura su continuo funcionamiento.
Nuestra revista es un ente libre, no subordinado a partidos, organismos, iglesias, ONGs, think tanks, cofradías, empresas, ni a ninguna otra entidad. Pertenece a cada uno de los que publican y se expresan a través de sus obras, ya sean notas, opiniones, fotografías, libros, poemarios, ensayos, ponencias, cuentos, historias, crónicas, artículos, podcasts, aplicaciones u otras formas de contenido que sus corazones y mentes puedan concebir. Cada aporte se valora y se integra en este mosaico cultural según el mérito y el esfuerzo invertido.
Pluma y Pincel es multidimensional y funcional, la revista abraza toda expresión creativa dentro de los límites marcados por la disponibilidad de sus gestores, el tiempo dedicado por voluntarios y la colaboración generosa de quienes contribuyen a su mantenimiento y desarrollo.
Si bien el espacio es limitado para contenidos de gran peso digital como el cine, la revista se esfuerza por encontrar la manera de dar cabida a todas las artes, preservando siempre su esencia y calidad.
Reconocida como una marca registrada, la revista se sustenta gracias a las donaciones y aportes financieros, legados, herencias, valores, acciones, criptomonedas, y transferencias. Todo ello, recibido con gratitud, asegura su supervivencia y permite continuar su misión.
A través de su dominio registrado, los lectores pueden acceder a ediciones anteriores, preservadas bajo la tutela de equipos no activos en la gestión y producción actuales. Estas ediciones, fiel reflejo del trabajo de sus gestores, mantienen su esencia y condiciones originales.
La revista, una voz cultural primordialmente en castellano, no se limita por el lenguaje. Si fuese necesario, se expresa en los idiomas de todos los pueblos de la Tierra, reflejando la diversidad y riqueza de nuestra humanidad. Independiente y soberana, designa corresponsales y colaboradores en diversos territorios, guiándose por los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y extendiendo su respeto y reconocimiento a todas las formas de vida, incluidas plantas y seres aún no especificados.
Como medio de comunicación cultural, literario, poético y científico, nuestra revista se publica de manera continua en Internet, sin la rigidez de números o ediciones específicas. Sin embargo, con la mirada puesta en la posteridad, trabajamos en la creación de un anuario, tanto en formato digital como en papel. Esta selección de contenidos no solo será un registro de nuestra marca y publicación, sino también un testimonio histórico que trascienda contactos, idiomas, regiones y continentes.
Así, nuestra revista se presenta como un refugio de libertad creativa, un espacio donde el arte y la cultura se encuentran y se multiplican, desafiando los límites del tiempo y el espacio.